Los residuos que generamos van en aumento. En España, se calcula que cada persona genera casi 500 kilos de basura en un año.

Desde TMA queremos compartir con vosotros algunos consejos para ayudaros a consumir de forma sostenible y poder así mejorar nuestros hábitos de consumo.

Recordar las 3Rs (Reduce, Reutiliza y Recicla) es una sencilla forma de contribuir a la mejora de nuestro entorno y del Medio Ambiente. Para reducir la huella ecológica es clave reducir los residuos generados, reutilizar materiales y reciclar todo lo posible.

REDUCE

Se trata de reducir al máximo, en nuestro día a día y en la medida de lo posible, los residuos que generamos. Para ello, lo primero que debemos plantearnos es si cabe la posibilidad de reducir el consumo: es decir, pensar si es necesario un producto y el residuo que generará antes de comprarlo.

• Aprende a vivir con menos: cuanto menos tienes, menos residuos generas. En realidad, no necesitamos muchas de las cosas que compramos.
• Compra a granel: además de reducir los residuos que generan los productos envasados, comerás más sano y ahorrarás. Si no puedes comprar a granel, busca como alternativa productos envasados en cristal o cartón.
• Adiós plástico, mejor cristal y tela: guárdalo todo en botes de cristal, usa bolsas de tela para comprar y transportar productos. Además, ahorrarás varios euros ya que ahora las bolsas de plástico se pagan.
• Prepara tu propia comida y productos de limpieza: plantéate beber té sin bolsas o hacerte zumo de naranja en lugar de comprar tetrabricks. Puedes preparar pan, conservas y yogures caseros. Reduce los productos tóxicos de tu casa haciendo tus propios detergentes.
• Revisa la ropa que usas: ¿de verdad necesitas toda esa ropa que hay en tu armario? La industria textil es una de las más contaminantes. No compres ropa por impulso, piensa qué necesitas realmente, apuesta por la ropa sostenible y las prendas de segunda mano.
• Planifica tu compra: organízate para no tirar comida, fíjate en las fechas de caducidad y utiliza las sobras del día anterior: ¡se llama cocina creativa!