Cómo reducir el desperdicio alimentario, el compromiso de la Semana Europea de la Prevención de Residuos

La Semana Europea de la Prevención de Residuos (SEPR) se celebra del 16 al 24 de noviembre de 2024, y es una oportunidad crucial para reflexionar sobre el impacto ambiental de los residuos y el papel que cada uno de nosotros puede desempeñar para reducirlos. Este año, en su 16ª edición, la SEPR pone el foco en la lucha contra el desperdicio alimentario. Desde TMA, como empresa comprometida con la sostenibilidad y la Economía Circular, nos sumamos a esta iniciativa, que está alineada con nuestra misión de reducir y prevenir los residuos, mitigar su impacto ambiental y transformarlos en recursos valiosos, alargando su ciclo de vida. Continúa leyendo para saber cómo todos podemos contribuir a ello y cómo desde TMA realizamos una gestión eficiente de los residuos para cuidar del medio ambiente.

 

LA SEMANA EUROPEA DE LA PREVENCIÓN DE RESIDUOS, UN COMPROMISO NECESARIO PARA EL MEDIO AMBIENTE

 

La SEPR es una iniciativa nacida en 2009 con el propósito de sensibilizar a la sociedad europea sobre la importancia de reducir los residuos y minimizar su impacto en el medio ambiente.

Es una oportunidad única para visibilizar y promover prácticas sostenibles que, de otro modo, se desconocerían o podrían quedar relegadas a la vida diaria de pocas personas. 

Este 2024, la Semana Europea de la Prevención de Residuos tiene por objetivo reducir y prevenir el desperdicio alimentario:

 

Cada año, se estima que alrededor de 59 millones de toneladas de alimentos se desperdician en la Unión Europea (el equivalente a unos 131 kg por habitante), lo que representa una pérdida de recursos valiosos y una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero.

En TMA trabajamos para reducir la cantidad de residuos que desechamos y lograr que cada residuo tenga la oportunidad de convertirse en un nuevo recurso.

Reducir los residuos debe ser un compromiso y una responsabilidad de todos. A su vez, es una oportunidad para innovar y crear valor, avanzando hacia una economía verdaderamente circular.

 

LA IMPORTANCIA DE PREVENIR EL DESPERDICIO ALIMENTARIO

 

El desperdicio alimentario ha cobrado una relevancia especial, ya que la producción de alimentos representa un recurso valioso y conlleva una gran carga ambiental: desde el uso de agua y suelo hasta las emisiones de CO₂ generadas durante su producción, transporte y descomposición.

Es un problema global que genera impactos sociales, económicos y ambientales de gran magnitud. 

Cada año, se pierde o se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos producidos.

El desperdicio alimentario representa aproximadamente el 8-10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

La lucha contra el desperdicio alimentario contribuye a reducir las emisiones, mejora la seguridad alimentaria y preserva los recursos naturales.

¿Por qué la lucha contra el desperdicio alimentario ha cobrado tanta relevancia recientemente?

El desperdicio equivale a recursos naturales desperdiciados, emisiones de gases de efecto invernadero y un problema ético cuando pensamos en el hambre en el mundo. 

Algunos datos de España reflejan la magnitud de este problema. En 2023 se desperdiciaron aproximadamente 1,214.76 millones de kilogramos de alimentos y bebidas, y el 4.3% de los alimentos comprados en el hogar terminaron en la basura. 

 

Con el objetivo de reducir todo tipo de desperdicio, en TMA actuamos para reducir los residuos y fomentar su aprovechamiento: ayudamos a empresas e instituciones en la gestión integral de sus residuos, implementando soluciones sostenibles que minimicen el impacto ambiental de los residuos que generan en sus actividades.

El desperdicio alimentario tiene consecuencias ambientales, económicas y sociales. ¿Cómo afecta al medio ambiente y cuáles son los costes más significativos de este problema?

El desperdicio alimentario genera grandes cantidades de gases de efecto invernadero debido a la energía, el agua y otros recursos necesarios para producir, transportar y almacenar alimentos que luego no se consumen. 

Además, el desperdicio también representa un coste económico enorme, que afecta tanto a los productores como a los consumidores. 

Socialmente, es una contradicción que tantos alimentos terminen en la basura cuando hay millones de personas con dificultades para acceder a una alimentación adecuada.

 

CONSEJOS Y BUENAS PRÁCTICAS PARA REDUCIR EL DESPERDICIO ALIMENTARIO

 

Reducir el desperdicio alimentario es una tarea en la que todos podemos participar, desde empresas hasta consumidores. A continuación compartimos algunas prácticas que podemos llevar a cabo de forma fácil para reducir el desperdicio alimentario. 

Buenas prácticas que podemos realizar como consumidores/as:

• • Planificar las compras: hacer una lista de la compra, comprar únicamente lo necesario y planificar las comidas con antelación ayuda a evitar el exceso de alimentos que podrían acabar desperdiciados. 
  • Aprovechar las sobras para crear nuevas recetas o congelar alimentos que no se consumirán de inmediato.
  • Revisar los alimentos guardados en la nevera y en el congelador para consumir los que están más cerca de su fecha de caducidad.
  • Almacenar correctamente: guardar los alimentos de forma adecuada prolonga su vida útil y reduce el riesgo de que se estropeen. 
  • Congelar alimentos frescos que no se van a usar de inmediato para prolongar su vida útil.
  • Aprender a interpretar etiquetas y diferenciar entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente.
  • Reducir porciones, para evitar que los alimentos sobren en el plato.
  • Donar alimentos no utilizados a bancos de alimentos locales o a personas necesitadas.
  • Comprar a granel para reducir el uso de envases de plástico.
  • Aprender a compostar restos de comida para crear abono orgánico.
  • Usar el sistema FIFO: primero en entrar, primero en salir, para los alimentos perecederos.
  • Aprovechar recetas creativas: buscar recetas que utilicen ingredientes que normalmente se desperdiciarían.
  • Apoyar a productores locales: reduce la distancia de transporte y las emisiones que se derivan y apoya la economía local.

 

Buenas prácticas para las empresas:

• • Optimizar el almacenamiento: mejorar las condiciones de almacenamiento para prolongar la vida útil de los alimentos.
  • Donar excedentes de alimentos no vendidos.
  • Ofrecer descuentos en productos cercanos a su fecha de caducidad.
  • Reutilizar alimentos: crear productos derivados de alimentos que no se pueden vender como frescos, como mermeladas o salsas.
  • Colaborar con productores locales: trabajar con agricultores locales para reducir el desperdicio en la fase de producción.
  • Medir y monitorizar: implementar sistemas para medir el desperdicio alimentario y buscar formas de reducirlo.
  • Promover la Economía Circular: adoptar prácticas para reutilizar y reciclar materiales.
  • Crear menús flexibles que puedan adaptarse a los ingredientes disponibles, reduciendo así el desperdicio.
  • Utilizar tecnología para prever la demanda, gestionar mejor el inventario, prevenir el exceso de compra y ajustar el stock.
  • Establecer una política de ‘cero desperdicio’ o ‘Zero Waste‘ es esencial y puede inspirar a otras empresas.

 

LA GESTIÓN EFICIENTE DE LOS ALIMENTOS NO APTOS PARA EL CONSUMO

 

Es importante recordar que el impacto de los residuos va más allá de los alimentos consumibles.

Los productos no aptos para el consumo representan una oportunidad clave para actuar en favor del medio ambiente, gestionándolos de manera responsable y evitando que se conviertan en una carga adicional para nuestro entorno.

En TMA, sabemos que los alimentos no aptos para el consumo también generan un problema ambiental significativo si no se gestionan de forma responsable.

 

Por ello, ofrecemos un servicio especializado de destrucción de alimentos que ya no pueden ser consumidos, garantizando que aquellos productos que no pueden ser reutilizados o redistribuidos sean procesados de manera que minimicen su impacto y, en algunos casos, puedan transformarse en recursos para otros sectores, como la generación de energía. 

La destrucción de alimentos no aptos para el consumo es un ejemplo de cómo un residuo, puede ser redirigido hacia soluciones más sostenibles para eliminar riesgos para la salud y reducir el desperdicio. También contribuye a impulsar la Economía Circular al transformar estos materiales en recursos aprovechables, como biogás o compost, contribuyendo así a una cadena de valor ambientalmente responsable. 

Este enfoque permite cerrar el ciclo de los alimentos desperdiciados que no pueden ser consumidos ni reaprovechados, evitando la contaminación y promoviendo prácticas sostenibles.

A través de la destrucción controlada y la conversión de los alimentos no aptos para consumir, en TMA nos aseguramos de que este tipo de residuos no perjudique al medio ambiente ni desperdicie su potencial.

Así, alineados con los objetivos de la Semana Europea de la Prevención de Residuos, seguimos impulsando prácticas que contribuyen a un modelo de consumo más consciente, en el que cada residuo, incluso aquellos no consumibles, tiene un camino sostenible hacia el aprovechamiento y la valorización.

Con este tipo de soluciones, TMA refuerza su compromiso de reducir el impacto negativo de los residuos alimentarios y maximizar su utilidad en cada etapa.

 

EL COMPROMISO DE TMA: CÓMO MINIMIZAR EL DESPERDICIO DE RESIDUOS

 

En TMA, todas las fases del proceso de gestión y tratamiento de los residuos que realizamos tienen como objetivo cuidar del medioambiente y cuidar de nuestros clientes.

Reducimos el impacto ambiental de los residuos que generan en sus actividades y lo hacemos mediante una gestión integral eficiente, desde la recogida, transporte y tratamiento.

En TMA realizamos la valorización de residuos, un enfoque que nos permite reducir el impacto ambiental de los residuos, transformando los residuos en recursos valiosos. ¿Cómo lo hacemos y cuáles son los beneficios?

La valorización de residuos es clave para contribuir a la Economía Circular. En lugar de tratar los residuos como desechos finales, los consideramos recursos que pueden ser transformados en nuevos materiales o energía. 

Consideramos que cada residuo es una oportunidad para ser transformado en un nuevo recurso y de esa manera, alargamos el ciclo de vida de los materiales: damos una nueva vida a los residuos. Al integrar la valorización en la gestión de residuos reducimos el impacto ambiental.

En TMA estamos convencidos de que los residuos tienen un enorme potencial que puede ser aprovechado a través de técnicas de reciclaje, recuperación y transformación. 

Los beneficios son múltiples: reduce la demanda de materias primas, disminuye las emisiones de carbono y extiende la vida útil de los materiales.

Por todo ello, trabajamos para encontrar formas innovadoras de valorizar los residuos y reducir el impacto ambiental que supondría desecharlos y no darles la oportunidad de convertirse en nuevos recursos y productos.

En TMA nos comprometemos a ofrecer soluciones sostenibles y eficientes en la gestión integral de residuos y la valorización es clave.

 

DE RESIDUO A OPORTUNIDAD: EFICIENCIA EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS

 

La Economía Circular representa un cambio radical y necesario en nuestra manera de ver los residuos: en lugar de considerarlos como un fin de ciclo, se les da una nueva oportunidad para ser aprovechados y volver a entrar en el sistema productivo. 

En la gestión de residuos, este enfoque implica ver cada residuo como un recurso potencial que, en lugar de ser desechado, puede transformarse y generar valor. La circularidad busca que los recursos se reutilicen constantemente, alargando así la vida útil de los materiales y minimizando la extracción de nuevos materiales.

 

La valorización, transformando residuos en recursos

La valorización de residuos es el pilar fundamental de la Economía Circular.

En TMA, estamos comprometidos con esta misión, y trabajamos día a día para implementar soluciones innovadoras que garanticen que los residuos que gestionamos sean valorizados para poder ser reincorporados al ciclo productivo. 

Cuando valorizamos, estamos transformando un residuo en un recurso útil, ya sea a través del reciclaje, la recuperación de materiales o la producción de energía. 

 

Este proceso se enfoca en la recuperación de valor, permite reducir el volumen de residuos que se desperdician, disminuye la presión sobre los recursos naturales y contribuye a la sostenibilidad ambiental. 

Desde TMA minimizamos el impacto de los residuos en el entorno, estudiando, desarrollando e implementando soluciones para convertir los residuos en recursos, por el bien de nuestros clientes y del Medio Ambiente.

De esta manera, trasladamos al sector nuestro firme compromiso en ofrecer las soluciones de tratamiento y reciclaje más eficientes para cualquier tipo de residuo generado, por complejo que sea el proceso en cuestión.

 

Zero Waste, cero desperdicio en la gestión integral de residuos

La filosofía Zero Waste es un pilar de la valorización y la Economía Circular, ya que se enfoca en reducir al mínimo la cantidad de residuos que no pueden ser recuperados o transformados. 

En TMA somos Zero Waste y nuestro objetivo es que la mayor parte de los materiales tengan una segunda vida y sean parte de un proceso continuo de reutilización y transformación. 

La implementación de la Economía Circular y el enfoque Zero Waste exige innovación constante.

 

En TMA apostamos por tecnologías avanzadas que nos permitan gestionar los residuos de forma más eficiente y segura, garantizando la trazabilidad de cada etapa y asegurando que cada material recuperado cumpla con los estándares de calidad para ser reincorporado al ciclo productivo. 

Para TMA, la Economía Circular y la filosofía Zero Waste son compromisos tangibles que se reflejan en nuestras prácticas diarias.

Cada acción que realizamos, desde la recogida y transporte, hasta el tratamiento de residuos, tiene como objetivo reducir el desperdicio y maximizar el aprovechamiento de cada material y reducir el impacto ambiental de todas las fases del proceso de gestión integral de residuos. 

Nuestro compromiso con la valorización y la reducción de residuos refuerza nuestra misión de ofrecer una gestión integral y sostenible, que cuida de nuestros clientes y también protege el medio ambiente.

 

Innovación en la gestión de residuos para reducir el desperdicio

La tecnología también desempeña un papel esencial en la gestión de los residuos y en la reducción del impacto ambiental y en TMA  apostamos por la innovación en cada fase.

Nuestros más de 250 vehículos, de 11 tipologías diferentes, están diseñados para minimizar las emisiones, ya que contamos con una flota moderna que incluye modelos eléctricos e híbridos GLP. 

Esta flota se renueva y optimiza continuamente, y utilizamos software de geolocalización para trazar rutas más eficientes, lo que nos permite reducir el consumo de combustible, minimizar las emisiones derivadas del transporte y mejorar la eficiencia de cada servicio que realizamos. 

También empleamos compactadoras y contenedores inteligentes para optimizar el espacio y el manejo de residuos, mejorando tanto el almacenamiento como la limpieza y mantenimiento de nuestros equipos.

El objetivo de estas medidas es mejorar la eficiencia operativa y también maximizar el potencial de valorización de cada material. 

Nos esforzamos para que cada residuo pueda ser aprovechado como un nuevo recurso, promoviendo así un ciclo de producción más sostenible y alineado con los principios de la Economía Circular. 

Al adoptar estas prácticas innovadoras, reforzamos nuestro compromiso con el medio ambiente y con un futuro en el que el desperdicio sea el mínimo posible.

 

MENOS RESIDUOS, MÁS RECURSOS: UN FUTURO MÁS SOSTENIBLE

 

La Semana Europea de la Prevención de Residuos es un momento importante para repensar nuestra relación con el consumo y el desperdicio y un punto de partida para empezar a actuar de manera más sostenible. 

Prevenir y valorizar los residuos reduce el impacto ambiental y crea oportunidades para un futuro más sostenible. 

En TMA trabajamos cada día para transformar residuos en recursos y reducir la huella ambiental de los procesos de tratamiento y de la gestión integral de residuos. 

La responsabilidad con el medio ambiente es compartida y todos podemos contribuir a prevenir y reducir los residuos y el desperdicio alimentario. Cada pequeño esfuerzo cuenta y contribuye positivamente, durante esta semana y cada día. 

Porque el desperdicio alimentario deja un mal sabor de boca al planeta y podemos evitarlo.

Al participar en la Semana Europea de la Prevención de Residuos, reafirmamos nuestro compromiso con la sostenibilidad y la Economía Circular.

 

 

Cuidamos de nuestros clientes y cuidamos del medio ambiente.
Somos mucho más que gestión integral de residuos. 

¿Necesitas realizar una gestión de residuos eficiente o precisas más información sobre los servicios que realizamos desde TMA? ¡Escríbenos a comercial@tma.es y estaremos encantados de hacerte una propuesta personalizada, completamente adaptada a tus necesidades.

 

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